“No somos sectarios, ni resentidos, ni clasistas”: Colectivo Tlacuache

Oaxaca, Oax., 09 de enero de 2012 (Quadratín).-Para el Colectivo Tlacuache este es el año “de la resistencia y la inteligencia” a través del arte abordado desde distintos géneros: pintura, gráfica, escultura, performance, multimedia, para sostener un diálogo entre las viejas y nuevas generaciones de artistas plásticos en la ciudad, afirma su director Hernán Hernández Solano.
Colectivo Tlacuache nace en 2008, luego que sus fundadores Hernán Hernández, Alfonso Morales Toledo y Gloria Elvira Villalobos, pasaran la experiencia de ser artistas plásticos urbanos en una ciudad sumida en el conflicto social del 2006 donde existió espacio para la expresión creativa de los jóvenes.
Recogemos la experiencia de otros colectivos artísticos como Asaro, que estuvo vigente en el año de la revuelta social, pero ahora separamos los temas humanos de lo que es puro resentimiento contra el gobierno y las instituciones sociales, apunta Hernández Solano.
El proyecto se basa en una propuesta humanista –dice Alfonso Morales Toledo-, “no somos sectarios ni resentidos, ni mantenemos un trabajo clasista”.
La galería del Colectivo Tlacuache se ubica en una cochera en la calle de Crespo, del Centro Histórico, en casa de los padres de Hernán Hernández, quien narra que el proyecto de arte alternativo lo iniciaron 10 personas, pero con el tiempo y la actividad el grupo se fue reduciendo.
Menciona que el nombre lo tomaron de una aparición que hizo en el patio de su casa un tlacuache, “nos pareció singular y mítico que apareciera ese animal en pleno centro histórico”.
Al realizar investigaciones bibliográficas sobre el significado del tlacuache en distintas culturas precolombinas, descubrieron que era un ser mitológico que robó el fuego de los dioses para compartirlo con los humanos.
Esta imagen mítica sería el fuego del arte que se comparte entre todos, así iniciamos el trabajo con distintas generaciones de artistas, agrega Hernández Solano, desde el maestro Francisco Toledo y Alejandro Santiago, Rubén Leyva o Hugo Pacheco, hasta las más recientes generaciones de artistas callejeros, como los que hacen grafitti.
Los integrantes del Colectivo Tlacuache se asumen como resultado del tiempo que les toca vivir, “queremos ser una trabe, el punto que una el diálogo entre los jóvenes artistas de la ciudad y los artistas consagrados”, recalca Morales Toledo.
Convencido de su actividad, apunta: “No buscamos el estrellato en las artes plásticas, como entran al quehacer tantos jóvenes despistados, eso viene de manera secundaria; queremos crecer como artistas en lo individual y de forma colectiva, eso es lo que nos anima.